Maurits Cornelius Escher

En 1922 se trasladó a Italia, donde vivió por un tiempo. Viajó por Suiza y Bélgica, hasta establecerse definitivamente en Baarn, una pequeña localidad holandesa en el año de 1941.

En su camino por desarrollar su estilo, Escher comenzó a relacionarse con dibujantes técnicos, arquitectos y teóricos de las matemáticas. Con ellos, reconocía identificarse mejor que con la práctica de los artistas plásticos. Por lo tanto, no es de sorprenderse que, en 1958, Escher llegó a plasmar por escritos algunos de sus principios teóricos.
La obra de Escher, caracterizada pues por el estudio detallado de los efectos ópticos y del motivo decorativo, constituye una de las más originales del siglo pasado. Éste buscaba las contradicciones de la perspectiva tradicional, creando entornos e imágenes imposibles.
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